Cómo se condenó Don Macario

Título

Autor

Elflein, Ada María

Fecha

1914

Resumen

Una voz narrativa en primera persona dice estar de viaje, junto con otras “niñas”, en Santa Fe, a orillas del Río Colastiné, en una zona que aunque tiene casas pobres, está enriquecida por la exportación de trigo y maíz. Se encuentran a las puertas de un galpón frente al río, en donde un grupo de peones carga bolsas en el barco que partirá hacia Europa, llevando la carga de trigo. Faltan bolsas y el gerente sospecha que las ha robado el capataz: se ha condenado como Don Macario, dice y la narradora le pide que le cuente la historia. Así se inicia un relato oral en boca del gerente, que tiene por oyentes a la narradora y a las niñas. Macario y Marcelino eran dos hermanos, herederos de una chacra. Marcelino se casa con una joven ambiciosa, que no desea ser chacarera: por tanto, le vende su mitad a Marcelino y emigra a la ciudad. Al cabo de un tiempo, logra cierta prosperidad económica, cierta respetabilidad en aquella pequeña ciudad (ya no es “Macario” sino “Don Macario”), ciertos contactos. Su hermano llega un día y le pide que sea padrino de su hijo. Al mismo tiempo, el juez de paz del pueblo le pide al matrimonio que sean padrinos de su hijo, con tanta casualidad que ambos matrimonios de hijos por apadrinar han programado el bautismo para el mismo día. Ante el pedido de Macario a su hermano de que modifique la fecha, éste se ofende. Se pelean y no se ven nunca más en la vida. Pasan los años y un día, estando Marcelino en su lecho de muerte, manda llamar a su hermano: pero cuando Don Macario llega, Marcelino ya ha muerto. Macario cae enfermo y muere, como condenado por la maldición del hermano, a los pocos días. Al parecer, la enseñanza del relato oral es que aquel que ambicionó por demás sufre luego un castigo.