El encubridor

Título

El encubridor

Autor

Elflein, Ada María

Fecha

1910

Resumen

El coronel retirado don Gregorio Valdez les cuenta a un grupo de policías cómo fue que ocurrió su destitución. Lo acusaban de asesinato, y él, ahora viejo y jubilado, decide contar la verdad: no fue asesino pero sí encubridor. Este es el marco para la narración oral que, en primera persona, refiere Valdez. Era la época de las revoluciones o levantamientos en las provincias. Valdez tenía un único amigo, Antonino Gómez, que es asesinado por pura maldad por Pedro Caseros, un caudillo muy poderoso en la provincia. Dado el poder que tenía el asesino, su delito nunca es condenado. Valdez, como jefe de policía, está impotente. Pasan los años y regreso Caseros al pueblo y una noche aparece asesinado. Como el propio Valdez había declarado odiarlo, y como él mismo se había dirigido esa misma noche del asesinato a casa de Caseros con ánimos de detenerlo (pero había regresado, arrepentido, antes de llegar), todos sospechan que ha sido él el asesino. Lo cierto es que esa noche, mientras él en su casa redactada la renuncia a su cargo, golpea a su puerta un joven que confiesa ser el hijo mayor de Antonino, que acaba de vengar la muerte de su padre, y declara él mismo ser el asesino de Caseros. Valdez lo obliga a irse ya mismo del pueblo: él mismo borrará las pruebas del crimen. Así lo hace, pero la sospecha del pueblo cae sobre él, que es destituido. Así termina esta historia de confesión en la vejez, en la que Valdez se nombra a sí mismo como “encubridor”.