Tan solo una flor

Título

Tan solo una flor

Autor

Elflein, Ada María

Fecha

1908

Resumen

Aguirre conversa con sus amigos. Les habla de la importancia de ciertos sacrificios. Para convencerlos, les narra una historia. Cuando era un estudiante joven, alquilaba una habitación en una casa de respetable familia, compuesta por padres e hija, Anita. Anita era fanática de las flores y cultivaba un rosal, que le había regalado su tía, y que nunca terminaba de florecer. Un día, la madre recibe la noticia del fallecimiento de su hermana. Su sobrina, una joven de la edad de Anita, había quedado huérfana. Los tíos no lo dudan y van a buscarla al Tigre, a donde vive. Anita la recibe con todo afecto. Ese día, Aguirre –lo había observado desde la ventana y narra el recuerdo a sus amigos— ve a las dos jóvenes paseando por el jardín y descubriendo finalmente brotado aquel botón de rosa roja que hasta entonces no había crecido. Lo toman como un saludo de la tía. Arrancan el pimpollo y lo guardan de recuerdo.